La fontanela en un recién nacido: todo lo que necesita saber
¿Qué es una fontanela?
La fontanela es una membrana que conecta los huesos del cráneo en los bebés. En los recién nacidos, el cráneo no se fusiona rígidamente. Por lo tanto, pueden moverse fácilmente entre sí, y esta flexibilidad es extremadamente importante durante el parto natural. La fontanela foliar obliga a la cabeza del bebé a pasar por el canal del parto y adaptar su forma flexible a él. En los recién nacidos, distinguimos principalmente:
- el tamaño de la fontanela anterior o cometa en forma de diamante suele ser de 2 x 2 cm, pero esta clasificación es bastante general ya que la tapa anterior puede ser mucho más grande o incluso más pequeña;
- fontanela posterior alrededor de la parte posterior de la cabeza, sus dimensiones son de aproximadamente 1 x 1 cm.;
- fontanelas laterales (generalmente se encuentran en bebés prematuros, con mayor frecuencia demasiado grandes en el útero).
Durante varias semanas después de un parto natural, la cabeza del bebé puede ser asimétrica. formularios, y esto no es motivo de preocupación. La fontanela desconectada volverá a su forma normal después de ser empujada a través del canal de parto.
¿Qué más hace la fontanela? Las funciones que realiza también son importantes por otras razones. Estas suturas flexibles de la sínfisis y del cráneo hacen que la cabeza del bebé crezca correctamente y crean espacio para el cerebro en desarrollo.
Fontanela: ¿cuándo crece demasiado?
La fontanela de un recién nacido que parece normal es plana o incluso ligeramente cóncava y puede pulsar ligeramente cuando llora. También es importante que comience a sanar a tiempo.
- La fontanela posterior debe sanar relativamente rápido, de 6 a 16 semanas después del nacimiento.
- La fontanela anterior vuelve a crecer entre los 10 y los 18 meses de edad.
Debe recordarse que ni un crecimiento demasiado rápido ni demasiado tardío del hueso parietal debe ser motivo de preocupación. Sin embargo, cada padre debe monitorear cuidadosamente el desarrollo de la fontanela en el recién nacido y brindar al niño atención pediátrica continua. Solo así será posible determinar si la cabeza del niño se está desarrollando correctamente.
También vale la pena romper con el mito de que no se debe tocar la fontanela de un niño. No hay nada más malo, pero debes hacerlo con cuidado y cuidado. Los padres deben cuidar la fontanela y el médico controlará la tasa de crecimiento durante las visitas posteriores.
Fontanela en un recién nacido: ¿cuándo ver a un médico?
Todo recién nacido desde los primeros días de vida necesita atención neonatal (prematura) o pediátrica. Si notamos que la fontanela de nuestro hijo crece demasiado rápido o demasiado tarde, debemos acudir al médico.
La fontanela crece demasiado rápido
La acumulación prematura de fontanelas (antes de los 10 meses de edad) debe ser motivo de preocupación para los padres si va acompañada de:
- ralentizar el crecimiento de la circunferencia de la cabeza;
- deformidad del cráneo;
- epilepsia;
- enfermedad del riñon;
- desordenes endocrinos;
- Enfermedad metabólica.
Si reaccionamos lo suficientemente pronto, tendremos la oportunidad de evitar complicaciones graves, como un aumento rápido de la presión intracraneal.
La fontanela de un niño menor de 10 meses debe estar bajo la estrecha supervisión de un pediatra. Cada semana o cada dos semanas, él o ella mide la circunferencia de la cabeza del niño y traza el resultado en una cuadrícula de percentiles. Además, el médico evalúa la tasa de fusión de las suturas craneales durante la palpación. En caso de detección de anomalías en el desarrollo de la fontanela, el pediatra puede derivar al pequeño paciente a especialistas en el campo de la cirugía, neurología o incluso oftalmología. Muy a menudo resulta que una fontanela que crece demasiado rápido se asocia con una sobredosis de vitamina D3 en un niño.
La fontanela del niño crece demasiado lentamente.
Si la fontanela crece demasiado lentamente, puede ser una señal de deficiencia de vitamina D3, hipotiroidismo o hidrocefalia. Por ello, debes visitar a tu pediatra si notas síntomas como:
- un aumento significativo en la circunferencia de la cabeza del niño;
- transpiración;
- trastornos de la alimentación;
- estreñimiento;
- trastornos neurológicos como falta de elevación de la cabeza, disminución del tono muscular, etc.
Si el niño tiene más de 1,5 años y la fontanela aún no está consolidada, el pediatra debe derivarlo a exámenes que ayuden a identificar el problema.
¿Qué significa una fontanela aplanada?
Durante las visitas de seguimiento, el pediatra también revisa el tono de la fontanela. Pueden aparecer cambios en su flexibilidad cuando el niño está deshidratado. El síntoma más común es el colapso de la fontanela. Tan pronto como note esto en su hijo, comuníquese con su médico de inmediato. Se debe prestar especial atención a la presencia de vómitos y diarreas antes del colapso de la fontanela, ya que pueden provocar deshidratación.
Una fontanela abultada también debe incitarnos a contactar a nuestro pediatra rápidamente, ya que puede indicar un aumento rápido de la presión intracraneal. Luego, el especialista puede ordenar los exámenes necesarios, como una ecografía temporal y luego una tomografía computarizada, una resonancia magnética o incluso un examen de fondo de ojo.
Recuerde que, en general, los cambios en la tasa de crecimiento de la fontanela no deben ser motivo de preocupación; a veces, las diferencias se deben a factores genéticos. El cuidado de la fontanela no debe asustarnos. Podemos tocar la delicada cabecita del niño, untarle crema, lavarla y peinarla. Lo más importante es realizar con delicadeza los procedimientos cosméticos, controlar las visitas al médico y no retrasar la reacción a los síntomas alarmantes.